Explorando Roma en 72 horas: La guía definitiva de lugares clave

Explorando Roma en 72 horas: La guía definitiva de lugares clave

Roma es una ciudad inmensa, cuya visita es más que recomendable una y otra vez, siempre hay algo nuevo que ver. Hay pocos lugares en el mundo en el que al caminar por sus calles sientas que han sido testigo y protagonistas de milenios de historia. Y no sólo por eso, solo por su gastronomía y heladerías ya merece la pena ir.

Si es tu primera vez por la llamada Ciudad Eterna, sigue nuestros consejos para no perderte nada. Antes de empezar te recomendamos que lleves calzado cómodo, botella reutilizable (Roma está llena de fuentes para rellenarla), gorra o sombrero, y ganas de sumergirte en la cuidad que no deja a nadie indiferente.

 Día 1: La Roma turística

Vamos a aprovechar la energía del primer día para hacer la ruta más intensa. Comenzamos nuestra ruta por el Campo de Fiori, se trata de un mercado histórico donde presenciar la vitalidad que tienen los romanos en una plaza que siempre está muy animada y en la que se puede comprar productos tradicionales o tomar un zumo recién exprimido entre muchas otras cosas.

Continuamos hasta La Piazza Navona para ver su ambiente de día y poder contrastarla después de noche. Es posiblemente uno de nuestros lugares favoritos en Roma. Una joya renacentista en el corazón de la ciudad, con arquitectura impresionante como la conocida Fuente de los Cuatro Ríos y con ambiente animado a lo largo de toda la plaza. Tienen muchos locales con terraza por si quieres tomar algo.

De allí nos iremos a nuestra siguiente parada: el Panteón. De los lugares más bonitos y emblemáticos no solo de la ciudad, si no de el mundo. Un auténtico prodigio arquitectónico con una impresionante cúpula y oculus abierto al cielo pero que consigue que la lluvia no entre en su interior. Ya os contamos hace años en un post el hecho increíble que se consigue cada solsticio de verano, recuérdalo aquí.

Y como el día va de emociones fuertes, nuestro próximo destino es: La Fontana de Trevi. Por muchas veces que la hayas visto en películas o fotos, su tamaño y belleza te dejarán sin palabras. Este monumento barroco siempre está lleno de turistas buscando la foto perfecta lanzado una moneda al aire para asegurarse que volverá a Roma. No desesperes, ten paciencia y lograrás hacerte un hueco y, si no, siempre puedes seguir nuestras recomendaciones para visitarla de tres maneras alternativas como os contamos en este post:

Seguimos ruta hasta la archiconocida Plaza de España, icono de moda por cuya escalinata monumental ha sido escenario de los desfiles de moda más relevantes de la historia y que se entrelaza con la Fontana della Barcaccia. Te animamos a que subas los escalones para, además de ver las vistas, te adentres por la señorial Villa Borghese. Es un auténtico oasis verde en el corazón de Roma que alberga jardines muy cuidados y la Galería Borghese, donde las obras maestras de Bernini, Caravaggio y Rafael te transportarán a través del arte y la historia. Puede que no te de el de el día para verlo bien, pero al menos te harás una idea. Por cierto, esta es una parada perfecta si vas con niños, zonas amplias, con sombras y donde se puede alquilar bicicletas.

Nuestra visita rápida a Villa Borguese terminará bajando por las escalinatas que llevan a la Piazza del Poppolo. Una plaza inmensa, con un imponente obelisco egipcio en el centro, dos iglesias gemelas y un secreto en sus muros… como os contamos en este reel de Instagram:

Da “click” en la foto

Día 2: La Roma más histórica

Comenzamos el día en el Largo Di Torre Argentina, esa zona es conocida como el antiguo Campo de Marte, son unos restos romanos que actualmente tienen unos moradores algo inusuales: una colonia de gatos que está protegida por el Ayuntamiento, a los niños les encantará verlos. Sólo en Roma se pueden permitir ese lujo. Enfrente está la librería Feltrinelli, es enorme y también tiene cafetería para poder empezar bien el día, no os perdáis la selección de libros infantiles.

 Seguimos por la impresionante Piazza Venezia, de tamaño majestuoso a la altura del Monumento te dejará sin palabras Vittorio Emanuele II. El cual os recomendamos subir para tener una vista panorámica de la ciudad (subir, si no usas el ascensor, es gratis). Si podéis, echad un vistazo a la exposición temporal que tenga en ese momento el Palazzo Bonaparte. De las mejores selección y con aire acondicionado, plan sin fisuras.

Continuamos el Foro de Trajano y Di Augusto camino del imponente Coliseo. Posiblemente sea el monumento más icónico de la ciudad y la foto de postal más buscada libre de visitantes, por cierto, si este es tu caso, mejor sube al parque que hay en el lateral (Giardino del Platani) para lograr la foto perfecta. Para visitar por dentro el monumento, algo que te recomiendo encarecidamente, es mejor que compres las entradas con antelación; te ahorrarás esperas y te aseguras entrar. El Coliseo es totalmente accesible, además de rampas, tiene ascensor así que personas con movilidad reducida o con carrito de bebé pueden visitarlo sin problemas. La visita es con audioguía.

Y tras el Coliseo, continuamos con el Foro Romano. Explora las raíces de la civilización, camina sobre las mismas piedras que pisaron los emperadores más poderosos mientras te rodean majestuosas ruinas de antiguos templos, arcos y basílicas. Es una de esas visitas que recuerdas siempre.

Continuamos por el Palatino, donde encontrarás sombras para refugiarte del calor sofocante de la ciudad y donde la leyenda sitúa la fundación de la ciudad de Roma. Explora las ruinas de palacios imperiales, jardines y vistas panorámicas. De ahí nos dirigiremos a las ruinas del Circo Massimo, el antiguo estadio romano donde se celebraban carreras de carros y eventos masivos.

Terminaremos las visitas a los monumentos por hoy poniendo a prueba nuestra sinceridad en la Bocca della Verità. Es una antigua máscara de mármol que se dice que revelaba la verdad de quienes ponían su mano en su boca. Si dudas, mejor no arriegues 😉. Otra de las visitas que a los niños no se les olvidará, se encuentra en la Iglesia de Santa María in Cosmedin.

Trastevere

Y desde ahí, iremos caminando cruzando el río Tiber para terminar el día al barrio más fotogénico y con encanto de Roma: Trastevere. Seguramente si hablas con algún romano te diga que está totalmente masificado de turistas, pero para nosotros como viajeros que hemos visitado unas ocho veces la ciudad sigue siendo el lugar perfecto donde alojarse, comer, perderse entre sus calles y hacer millones de fotos. El barrio está lleno de restaurantes, no os perdáis la Trattoria Da Enzo 29 o el Ristorante Carlo Menta.  

Dia 3: La Roma más italiana

Comenzamos ruta donde lo dejamos ayer: en Trastevere. Tomad un buen desayuno en el Bar Calisto (baratísimo y con un encanto súper genuino, de esos lugares que el día que lo cierren la ciudad perderá parte de su encanto), en el antiguo Caffè Trastevere, o tomad un buen dulce en el Caffé Settimiano di Mella Valter, que en verano tiene su fachada cubierta de jazmín.

Trastevere

De camino a nuestra siguiente destino, es parada obligatoria pararse en el Cine América y en la plaza Di San Cosimato para recordar y rendir homenaje a lo que puede llegar a conseguir el activismos ciudadano. En esta plaza además, hay columpios para niños. Recordad la historia en este post:

 
 Llegamos a Porta Portese, un mercado que abre todos los domingos y en los que es posible encontrar prácticamente de todo. Aquí los souvenirs son mucho más baratos que en el centro de la ciudad. Recomendación: poner el cronómetro de máximo dos horas porque es posible perder la noción del tiempo entre tanto puesto y regateo.  

Con las manos llenas, ponemos rumbo al Vaticano. Si de camino os ha entrado hambre parad en Antica Osteria Da Giovanni, restaurante muy barato y con la mejor salsa de tomate que he probado en mi vida.

El Vaticano, si coincide que es domingo habrá bastante ambiente porque hay varias misas, pero no estarán abiertos los Museos Vaticanos que es la forma de entrar a ver la Capilla Sixtina. La visita de los Museos Vaticanos puede llevarte fácilmente más de 3 horas, como suele haber mucha cola para entrar, es mejor comprarla con antelación. No es barata, pero es algo que hay que ver al menos una vez en la vida. Eso sí, la visita no es accesible para ir con niños pequeños ya que hay muchos tramos con escaleras empinadas donde tendrás que ir cargando con el niño y el carro y, además, se puede hacer algo larga para niños muy pequeños.

Para terminar el día, iremos hasta el Castillo de Sant’Angelo y veremos anochecer desde el puente mirando al Tiber.

 Como habéis visto es posible visitar lo más representativo de Roma en un viaje con tres días enteros, será paliza, pero veras todo lo imprescindible para irte con la sensación de que realmente conoces la Ciudad Eterna.

 

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