Uno de mis podcasts favoritos es “Gabinete de Curiosidades” de Nuria Pérez. Me apasiona como hila las que aparentemente son pequeñas historias, y como estas tienen impacto en la sociedad. Una de las historias de las que cuenta que más me llamó la atención fue la del Cine América en Roma. Supongo que lo que más me removió fue que los protagonistas eran coetáneos y que ante una injusticia no se habían quedado inmóviles y habían decidió actuar; un auténtico bofetón a todos los que nos quejamos de tapadillo o como mucho vía Twitter. Suelo escuchar los podcasts siempre cuando conduzco, así que no tuve oportunidad de guardarme la localización en Google Maps como hago siempre para acordarme después de las cosas.

Pues bien, puede que hubieran pasado fácilmente más de un año desde que escuché ese capítulo y no lo había vuelto a recordar (así somos los seres humanos, nos remueve algo, cambiamos de frecuencia y seguimos con nuestra vida). Estaba de visita en Roma e íbamos en busca de una cafetería urgentemente, quería algo tradicional, así que, aunque nos pillaba algo más lejos decidimos ir al Caffè Trastevere.

Nos salimos algo de la zona más turística de Trastevere y estábamos a solo una manzana del café cuando cruzando una calle me acordé de repente de la historia. Me vino sin más, pero sin recordar los detalles, me paré y le pregunté a mi hermana con la que iba si había escuchado ese capítulo del podcast y se acordaba de la historia y le pregunté: ¿Era en el Trastevere, verdad? Ahí mismo nos pusimos a buscar y … Boom! Estábamos en la calle, a unos 200 metros de la puerta del cine. Llamadlo casualidad, pero para mi fue algo más, ese sitio tenía energía y me estaba llegando misteriosamente. Pasamos del café y nos fuimos corriendo a verlo. Aparentemente no es gran cosa, puede que pases por delante y ni lo mires. Después fuimos a la plaza y nos alegró verlo con carteles anunciando próximas “Películas a la fresca” y una pantalla preparada. Cuando haces una acción que influye en la gente, siempre se queda algo. Además, la plaza tiene columpios y estaba lleno de niños, un hecho que cuesta encontrar en el centro de Roma, así que, aunque sea una zona pequeña aún queda la esencia del barrio en algún rinconcito del Trastevere.

Si como a mi me pasó, pasas cerca o quieres ir a ver lo que queda del Cine América, déjame que te cuenta su historia…

Cine América en Roma, cómo unos jóvenes lograron salvarlo

Lo que más te recomiendo es que escuches la historia narrada por Nuria Pérez, su tono de voz te transporta a otros mundos, a otras épocas donde la ilusión y la curiosidad por las pequeñas cosas puede hacer que vuelvas o sigas teniendo esperanza por la gente.

Como ves el título va con spoiler. Sí, es una historia con final feliz. En el año 2012 un grupo de jóvenes estudiantes se enteraron que el que había sido cine de referencia en el barrio, testigo de tantas sesiones y estrenos sobre todo en los años cincuenta, y que llevaba años cerrado con su consecuente deterioro, iba a ser devorado por la especulación turística del barrio y derrumbado para darle otro uso. El grupo de chavales, eran amantes del cine y saber que se apagaba con ese edificio uno de los testimonios vivos de la ciudad les removió, les hizo indignarse hasta el punto de pasar a la acción y lo okuparon.

Primero fueron un número reducido, pero poco a poco, el grupo fue ampliándose y lográndose hacerse eco en la prensa local. Los jóvenes hacían guardia para no dejar el edifico vacío y comenzaron a la vez una batalla legal contra los dueños para proteger ese edificio símbolo de otra época. Los primeros que empezaron apoyarles fueron los propios vecinos del barrio ayudándoles en su encierro con comida o con los materiales que necesitarán. Su hazaña traspasó el barrio y las fronteras logrando apoyo de gente del cine tan relevante como Paolo Sorrentino, Bernardo Bertolucci, Roberto Benigni, Wes Anderson o Martin Scorsese, entre muchos otros.

El encierro duró dos años, y al salir, continuaron su pelea por proteger el Cine América, hasta que once años después, en el año 2023 el Consejo de Estado Italiano por fin se ha pronunciado protegiendo este edificio como bien de interés cultural. Los dueños podrán darle el uso que consideren, siempre que mantengan su aspecto actual y restauren el edificio para protegerlo. David venció a Goliat.

Pantalla lista para proyectar en la Plaza Di San Cosimato

Las chicas y chicos durante su encierro y estos años de lucha no se centraron solo en el Cine América, quisieron llevar su pasión por el cine en pantalla grande a los vecinos. Comenzaron en la cercana plaza de San Cosimato proyectando películas antiguas en sus muros. Fue tanto el éxito que lograron que las sillas no cabían sobre la plaza y por ello decidieron proyectar películas además en otras plazas públicas y al aire libre de la ciudad para acercar de forma accesible el arte a todo el mundo.

El grupo de amigos ha llevado su pasión más allá y han logrado abrir cerca del escenario de su lucha un cine propio: el Troisi. Una sala de cine abierta 24 horas con sala de estudio, con de estreno, retrospectivas de directores, videoteca y con bar, que ha sido un auténtico éxito, logrando ser al año de su apertura la sala de cine del país con más espectadores, lograron más de 60.000.

Si pasáis por allí, acercaros a ver este testigo de historia reciente. Os comparto la ubicación para que vayáis a tiro hecho, no os vaya a pasar como a mi…