Cuando iniciamos el blog hace ya tres años (¡como pasa el tiempo!) teníamos una sección en “conócenos” con futuros destinos (más bien sueños viajeros) por cumplir. Uno de los que me parecía más lejano era el de visitar el lujoso metro de Moscú. Con los kilómetros que llevamos encima os parecerá raro, pero Rusia para mí siempre había sido algo “cerrado o desconocido”.

La sensación de realizar un sueño siempre mola, aunque, cuando tienes tantas expectativas por un lugar corres el riesgo de que te decepcione o no cumpla con lo que esperabas. Pero en el caso del metro de Moscú ha sido todo lo contrario, es mucho mejor de lo había imaginado; esa convivencia de lujo excesivo decadente, mezclado con la calidad de los mármoles, figuras de tamaños gigantes, mosaicos enrevesados, lámparas de cristales que sobreviven al paso del tiempo o toparte con una estatua de Lenin casi a cada paso es una sensación que puede llegarte a colapsarte y no apreciar bien qué estás viendo hasta que vuelves a casa y descargas las mil y pico fotos que hiciste porque no podías despegar el dedo del disparador. – ¡Qué hubiera hecho en tiempos analógicos! -

¿Por dónde empiezo? ¡Esto es enorme!

Eso es, el metro de Moscú es inmenso, pero no inabarcable ¡no te preocupes! Aunque hay muchas paradas de metro que merecen la pena ser visitadas, con sus vestíbulos incluidas, os hago una selección de la más espectaculares, y para no perderte, sigue está ruta y añádete el mapa a tu móvil por orden de visita:

Empezamos ruta en la estación de Mayakovskaya, una de las estaciones más profundas del metro de Moscu (a 33 metros) que debido a ello fue utilizada en la II Guera Mundial como refugio anti bombas por los moskovitas. Una de las estaciones más fotografiadas por sus espectaculares columnas estilo “art decó”, diseñada con piedra rosada y mosaicos en su cúpula con acciones del día a día de los trabajadores y los deportistas rusos. Fue la ganadora del “Worlds Fair” de Nueva York en 1938, y no nos extraña que lo consiguiera.

Continuamos con Teatralnaya construida en honor a la mano derecha de Lenin, llamado Ploshchad Sverdlova. Fue construida con los restos de mármol blanco de la demolida catedral del Salvador, algo que se agradece en la vista al no ser tan recargada como otras estaciones. De ahí seguimos por la línea verde hasta la cercana estación de Ploshchad Revolyutsi (Plaza de la Revolución, ¿os imagináis en España una plaza con este nombre?).

Es una de las estaciones más espectaculares debido a las enormes figuras en cada una de las terminaciones de los arcos que representan acciones “cotidianas” de los moskovitas, tales como, cazar, deportes, proteger la revolución, la agricultura, etc. En tu visita, veras que todo aquel que pasa cerca del cazador acaricia el gastado hocico del perro, hazlo dicen que da buena suerte y por probar… Eso sí, no acaricies el lomo, también desgastado, de la gallina que está cercana que dicen que da mala suerte. ¿Lógica? Ninguna, pero ya sabéis que los rusos son muy supersticiosos y “donde fueras haz lo que vieras”.

Cambiamos de línea rumbo a Kievskaya, esta estación está dedicada a los 300 años de cooperación que existía entre ucranianos y rusos (no sé si hoy en día lo harían igual…) Decorada con frescos que recogen el folklore ucraniano, mármoles, columnas de granito decoran esta estación que nos hace cambiar de línea a la circular para nuestra próxima parada: Krasnopresnenskaya.

Krasnopresnenskaya es una de las estaciones más elegantes que rinde homenaje bélico a las batallas que tuvieron lugar entre 1905 y 1917 con medio relieves dorados. Continuamos hasta Belorusskaya, estación que dedicada al folklore bielorruso con escenas cotidianas de agricultores y trabajadores.

Novoslobodskaya es la siguiente parada, una de las más espectaculares que tiene un vecino instalado allí que reconocerás rápidamente: Una gran estatua de Lenin. Decorado con art nouveau te dejará simplemente sin palabras. Repleta de cristaleras de colores que perviven intactas pese a los años enmarcadas en arcos de latón dorado que le da un ambiente lujoso único.

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Continuamos por Prospekt Mira decorado con porcelana en relieve blanca que representan acciones productivas de los trabajadores y rematadas con toques dorados todas ellas iluminadas por unas elaboradas lámparas en su pasillo.

Terminamos ruta con la estación más espectacular para mi, Komsomolskaya una de las más reconocidas y reproducidas y broche de oro para terminar. Está dedicada a la lucha del pueblo ruso para defenderse de los invasores y por conseguir la independencia. Tiene un enorme pasillo decorado como si se tratase de un palacio de zar de estilo barroco y sin escatimar en detalles arquitectónicos: mosaicos, detalles dorados, mármoles en los arcos sin olvidar la hoz y el martillo y un retrato de Lenin durante uno de sus épicos discursos.

Estas estaciones son sólo una selección de las múltiples que merecen la pena ser visitadas. Nosotros fuimos tranquilos haciendo fotos y parándonos a observar el ir y venir de los moskovitas y tardamos casi 4 horas en hacer la ruta completa. ¡Tenlo en cuenta para planificarte!

El proyecto de construir un lujoso metro en Moscú proviene de la idea de que los trabajadores también tenían derecho de disfrutar de la belleza del arte en su ruta a trabajar, como lo habían hecho los zares en sus exclusivos y privados palacios. De ahí que no escatimaran en hacer uso del oro, mármoles, o todo aquel material que les pareciese que estaba a la altura del exceso.