Por qué amar el sudeste asiático
Asia engancha. Especialmente en el sudeste asiático, el primer viaje puede suponer un auténtico terremoto en nuestros gustos viajeros. Porque una vez se prueba, es habitual caer rendido a sus pies y desear volver una y otra vez.
Eso sí, un aviso: no se trata de un destino apto para todo el mundo, y muchas personas se horrorizan ante el aparente caos o los puestos de comida callejera y esos olores que todo lo inundan. En nuestro caso, la relación es de amor, y estos son (algunos) de los por qués:
- Empezamos por lo obvio: está lleno de lugares increíbles, con una historia y variedad de culturas bastante desconocidas para el occidental, que lo convierten en fascinante.
- Tiene de todo. Busques lo que busques, comida, playa, o cultura, tendrás multitud de opciones entre las que elegir. Incluso si buscas fiesta, no falta en las zonas más turísticas.
- Es muy barato. Por algo es el paraíso de los mochileros: para el primer mundo, el vuelo es la única barrera de entrada. Una vez allí, encontrarás alojamiento, transporte y comida de todos los precios, desde apenas unos de euros al lujo extremo. Al fin y al cabo. la expresión lujo asiático existe por algo.
- Es seguro. Con niveles de delincuencia incluso menores a las europeos, se puede viajar en solitario con cierta tranquilidad, tomando eso sí siempre precauciones y aplicando el sentido común.
- Está bien comunicado: Una vez allí, es fácil (y económico) moverse por la zona, ya sea en avión, tren o por carretera. Aunque en este último caso nunca sabrás cuánto tiempo va a durar el viaje.
- El clima. Siempre que te gusten los climas cálidos y húmedos, por supuesto.
- Sigue siendo auténtico, a pesar del turismo masivo que invade ciertas zonas como las playas de Tailandia o la bahía de Halong.
- Por último, el punto más importante: La gente. Es tan cálida y en general amable que potencia aún más la experiencia del viaje. Obligatorio devolverles la sonrisa.
Independientemente del país elegido, es uno de esos destinos míticos por el que todos los viajeros debieran pasar al menos una vez. ¡Anímate!
