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Madame Lili: De Shangai a São Paulo

Todos los tipos de bares tienen cabida en São Paulo: los hay de diseño, hipster, populares, rústicos y hasta clandestinos. Pero no hay ninguno como el Drosophyla. 

Este lugar con alma de cabaret berlinense de entreguerras no es original de la ciudad: se estableció en 1986 en Belo Horizonte, y solo 10 años después se trasladó a Sampa con su propietaria, Lilian Malta Varela. Entonces estaba en la rúa Pedro Taques, donde se convirtió en un referente cultural y artístico hasta que hace apenas unos meses la especulación inmobiliaria les obligó a cerrar y buscar una nueva ubicación.

Desde hace unas semanas tiene nuevo hogar en el centro de la ciudad, en una aconchegante ubicación: un histórico caserón protegido de 1920 de la rúa Néstor Pestana.

El edificio tiene dos plantas con distintas salas y ambientes, además de una terraza exterior. Se han mantenido las paredes de madera y murales originales, añadiendo el toque que lo hace diferente: una decoración exótica y de fuerte personalidad, que bordea el kitsch, y que está dedicada conceptualmente a Madame Lili Wong, una mujer adelantada a su tiempo.

Originaria de Shangai, de donde salió en 1925 tras casarse con un caballero alemán con el que se instaló en São Paulo, contaba entre sus talentos la pintura o la poesía, pero sobre todo una capacidad de trascender la vida social de la ciudad, convirtiendo su casa en foco cultural y lugar de reunión de la bohemia de la época.

Así, mezclando el gusto por los viajes de sus propietarios con la imagen de Madame Lili y la China de inicios del siglo XX, ofrece una amplia carta de drinques y petiscos para degustar rodeados de cerámicas con la imagen de Mao, muebles y juguetes antiguos, cuadros sugerentes y provocativos y muchos otros artículos, algunos de ellos a la venta en la tienda escondida en uno de los rincones de la primera planta del caserón.

Si os gusta la cerveza, no dejéis de probar la "Coruja", una cerveza viva sin pasteurizar y embotellada con corcho que que se fermenta en la propia garrafa.

En definitiva, uno de los lugares con más encanto por los que hemos pasado y que se debe incluir sin duda en la ruta de bares a visitar si pasas por la capital paulista.


Drosophyla: rúa Nestor Pestana 163 (Consolaçao)

http://drosophyla.com.br/